Si hay algo por lo que se conoce a España en el mundo entero es por nuestra excelente y variada cocina.

Más allá de su mera función alimenticia, la gastronomía en España es todo un estilo de vida, basado en la utilización de ingredientes frescos de la mejor calidad y siglos de perfeccionamiento culinario, que han llevado a nuestra dieta mediterránea a ser reconocida como Patrimonio Inmaterial por la UNESCO.

Cada región de España tiene su propia cocina con unas características muy diferenciadas que aprovechan las mejores materias primas del lugar, como los pescados y mariscos de Galicia o el jamón ibérico de Extremadura, sin olvidarnos del omnipresente aceite de oliva.

Esta arraigada cultura gastronómica ha posicionado indudablemente a España en la cima de la alta cocina mundial, con chefs de la talla de Ferrán Adriá, Arzak, Joan Roca, Aduriz o Subijana, por citar algunos ejemplos.

Y si lo que queremos es mezclarnos con la población local, no hay nada como probar las tapas y pinchos de nuestros bares, esas pequeñas muestras en miniatura de la cocina regional elevadas a la categoría de arte.

Con la mayor superficie de viñedos del mundo, los términos vino y España van inevitablemente unidos.

Famosas denominaciones como Rioja o Jerez, entre otras, abren paso a cientos de bodegas que cada año ponen todo su esfuerzo, cariño y conocimiento al servicio de esta bebida para deleitar a los paladares más exigentes.

Adentrarse en cualquiera de nuestras bodegas, desde las más vanguardistas, diseñadas por arquitectos de fama mundial, hasta las más antiguas, con siglos de historia a sus espaldas, es toda una experiencia.