A pesar del inmenso patrimonio natural de la península ibérica, si hay un lugar que se sitúa en el imaginario colectivo como el rincón más verde de España, ese es sin duda Asturias.
Con más de un tercio de su superficie amparada por alguna figura de protección, Asturias cuenta con seis Reservas de la Biosfera declaradas por la UNESCO. En ellas nos encontramos infinidad de rutas para realizar a pie o en bicicleta entre lagos azules, ríos cristalinos y las cumbres más altas de la Cordillera Cantábrica: los Picos de Europa.
La costa asturiana es otro de sus grandes tesoros. Cuenta con más de 200 playas salpicadas por preciosas villas marineras cargadas de historia, como Tazones, donde desembarcó el emperador Carlos I a su llegada a la península, Cudillero y sus casas indianas o Lastres, elegido como uno de los pueblos más bonitos de España.
La arquitectura en Asturias ocupa un lugar preferencial. En esta región podemos disfrutar de obras que van desde Santa María del Naranco, construida en el siglo IX y declarada Patrimonio de la Humanidad, hasta el Centro Niemeyer de Avilés, única edificación del prestigioso arquitecto brasileño en España.
Sus principales ciudades también merecen una visita. Por un lado la dinámica Gijón, volcada al mar desde tiempos de los romanos; y por otro lado Oviedo, referencia indiscutible del Camino de Santiago y lugar de nacimiento del bicampeón del mundo de Fórmula 1 Fernando Alonso y de la Reina Letizia.
Es precisamente en el centenario Teatro Campoamor de esta ciudad donde su marido, el actual Rey Felipe VI, hace entrega desde hace casi 40 años de los prestigiosos premios Príncipe de Asturias (actualmente Princesa de Asturias).
Como dijo Woody Allen, uno de los galardonados con este premio y gran enamorado de esta tierra: “Si algún día quisiera escaparme de todo lo feo del mundo y pasar el resto de mi vida en un paraíso, Asturias sería la elección perfecta”.