Con un nombre que evoca la unión de los dos reinos que la formaron, a Castilla y León se la conoce también como “el museo vivo más grande del mundo”.
Esta definición se debe al valor histórico y cultural de sus ciudades y al atractivo natural y paisajístico de sus distintas comarcas.
En Castilla y León se encuentra más de la mitad del patrimonio arquitectónico, artístico y cultural de España y es a su vez la región del mundo con mayor número de bienes culturales Patrimonio de la Humanidad, sumando 8 en la actualidad.
Cuenta con más de 400 kilómetros del Camino de Santiago y posee las universidades más antiguas de España, destacando la de Salamanca, la tercera universidad más antigua de Europa.
En Castilla y León se celebran ocho Semanas Santas de Interés Turístico Internacional, como las de Valladolid y León, que atraen a gran número de viajeros.
Esta comarca alberga también la mayor concentración de arte románico del planeta, así como más de 23.000 yacimientos arqueológicos, entre los que destaca Atapuerca, uno de los más importantes del mundo y el lugar que ha llevado a los científicos a replantearse la evolución de nuestra especie.
Este inmenso patrimonio, junto a sus más de 40 espacios naturales protegidos, como el Parque Natural del Cañón del Río Lobos, lo convierten en un paraíso para los amantes del turismo rural y los deportes al aire libre.
Y si hablamos de paisajes, aquí se encuentran Las Médulas, considerada la mayor mina de oro a cielo abierto de todo el Imperio Romano y actualmente uno de los rincones naturales más impresionantes de España.
En Castilla y león, como no podía ser de otra manera, la gastronomía ocupa un lugar preferencial. Su cocina tradicional está basada en asados, como el lechazo, el cabrito o el cochinillo, maridados con alguno de los magníficos vinos de la región, muchos de ellos de renombre internacional, como los famosos Pingus o Vega Sicilia, ambos con Denominación de origen Ribera del Duero.