· Extremadura ·

El viajero que se acerque a descubrir esta tierra de contrastes tendrá la sensación, en todo momento, de ser testigo directo de la Historia.

Su capital, Mérida, fue fundada hace más de 2.000 años y conserva uno de los mejores conjuntos arqueológicos de la época romana, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. A los cinéfilos les gustará saber que esta ciudad (Augusta Emerita, en  latín) era el hogar al que añoraba volver el famoso Gladiator de la película de Ridley Scott.

Mundialmente conocido es su magnífico teatro romano, donde cada verano se celebra el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida.

Y si seguimos avanzando en nuestro paseo por la historia, llegaremos a la ciudad de Cáceres, cuyo casco antiguo, también Patrimonio de la Humanidad, es una monumental muestra de ciudad medieval.

Como monumental es el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, en cuyo interior se custodia la imagen de la Virgen de Guadalupe, Patrona de Extremadura y Reina de la Hispanidad, debido a la devoción que se le profesa en toda Hispanoamérica.

Y es que la estrecha relación de Extremadura con América se remonta a más de 500 años atrás, pues en esta región nacieron algunos de los más grandes conquistadores, como Hernán Cortés, Francisco Pizarro u Orellana, por citar algunos. Como curiosidad, la imponente ciudad de Trujillo, donde nacieron los dos últimos, sirvió de escenario en la grabación de la serie Juego de Tronos, junto con otros parajes de la región.

El esplendor de su patrimonio artístico y cultural se funde con la belleza de su naturaleza. El Parque Nacional de Monfragüe es un paraíso para los aficionados al avistamiento de aves, siendo zona de paso en su migración hacia otras latitudes.

Y al comienzo de la primavera, más de un millón y medio de cerezos florecen en el famoso Valle del Jerte, tiñéndolo de blanco en un espectáculo visual difícil de olvidar.